El viaje hasta ahora
En 2020, Zambia inicialmente intentó congelar sus pagos de deuda en el marco de la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI, por sus siglas en inglés) liderada por el G20 debido al impacto económico de la pandemia de COVID-19. Posteriormente, en mayo, el gobierno de Zambia, encabezado por el presidente Edgar Lungu, contrató los servicios de la firma francesa Lazard (NYSE: LAZ) para brindar asesoramiento sobre la reestructuración de la asombrosa deuda externa del país de 11 mil millones de dólares.
En noviembre del mismo año se produjo un revés significativo cuando el gobierno de Zambia incumplió un pago de 42,5 millones de dólares, lo que marcó el primer incumplimiento soberano en la era de una pandemia en el continente africano.
En 2021, el líder de la oposición Hakainde Hichilema consiguió una contundente victoria sobre Lungu en las elecciones presidenciales celebradas en agosto. Este cambio de liderazgo trajo un rayo de esperanza de una solución a los problemas de deuda del país.
Conformación de un Comité de Acreedores del Sector Oficial
En junio de 2022 se estableció un comité de acreedores (OCC) del “sector oficial” integrado por los gobiernos que han otorgado préstamos a Zambia a lo largo de los años. Este comité asumió la responsabilidad de participar activamente en el proceso de reestructuración para abordar los préstamos que otorgaron al país.
A lo largo de 2022 continuaron las negociaciones con los bonistas, con el objetivo de lograr acuerdos de alivio de deuda y reestructuración.
En junio de 2023, el gobierno de Zambia hizo un anuncio sobre el “Club de París”, que representa a las naciones acreedoras, y su importante prestamista bilateral, China. Las dos entidades llegaron a un acuerdo para reestructurar préstamos por un valor combinado de 6.300 millones de dólares. El acuerdo propuesto implica consolidar la deuda en dos bonos con condiciones más favorables y plazos de pago ampliados. Además, si la economía del país tiene un buen desempeño, se ofrecerán pagos acelerados.
En noviembre, sin embargo, este prometedor acuerdo sufrió un grave revés. El gobierno de Zambia reveló que sus acreedores bilaterales de la OCC habían vetado efectivamente el acuerdo con los tenedores de bonos, argumentando que el alivio de la deuda propuesto era insuficiente.